Tokio Hotel: El Ultimo Grito Adolescente

By Luis Miguel HurtadoJanuary 23, 2008AB's Top Music News

Tokio HotelEn el bolsillo de los adolescentes de nueva data (y por ende, en el de sus padres) las compañías discográficas hallan el filón para mantener su industria con vida. Para que el aparato funcione, es necesario alimentar el mercado de forma continua con nuevos grupos, refritos y fuegos artificiales varios. Es necesario que, además de interpretar canciones, marquen tendencia, sigan los cánones juveniles al pie de la letra y, a modo de colofón, aparenten un comportamiento irreverente con la versión tradicional de la sociedad. El último y exitoso producto de esta factoría se llama Tokio Hotel.

SEMILLA TEMPRANA

Apenas han alcanzado la mayoría de edad y ya son ídolos mediáticos. Sin embargo, los gemelos Bill y Tom Gaulitz no son hijos de multimillonarios o futuros herederos de grandes fortunas, al estilo “Hilton”. Sus padres, liberales como pocos, simplemente les permitieron adentrarse desde muy pequeños en el mundo de la noche, motivados por su lado musical y místico.

Impulsados por un afán emprendedor y un envidiable amor a la música, en 1995 ya habían fundado el embrión de la banda. Este tierno grupo de niños de seis años se llamaba “Devilish” (diabólicos), nombre que cambiaron más tarde por motivos obvios. A partir de aquél momento ya buscaban con ansias una oportunidad en el mercado alemán, poco pródigo últimamente en estrellas de las ondas sonoras.

Fueron los pequeños clubs de su ciudad natal, Magdeburgo, los primeros en acoger a la banda.

LA OPORTUNIDAD

{sidebar id=4}Constituida de forma definitiva por, además de Bill y Tom, Gustav Schäfer y Georg Listing, su sonido siempre deambuló por los caminos del pop rock. La mayor parte de las canciones eran compuestas por Bill, que desde muy joven se inició en esta faceta.

Bill, el vocalista, es el miembro más “llamativo” de la banda. Con 12 años su cuerpo ya mostraba una amplia colección de tatuajes y pendientes. Le siguió el pelo. En busca de una estética entre gótica, roquera y “emo”, el resultado es una hilarante fachada que bien podría recordar a Marilyn Manson o al famoso Ozzy Osbourne, salvando las distancias de la edad. En resumidas cuentas, ya es un icono para las juventudes de media Europa.

Sony-BMG quiso apostar fuerte por ellos en 2003 y les dio el primer impulso en el mercado. El grupo, ya denominado oficialmente “Tokio Hotel”, preparaba el primer disco cuando la discográfica se hecho atrás. Universal recogió el testigo y lanzó en 2005 el álbum “Schrei” (“grito” en alemán). Los temas del disco, algunos surgidos antes que la recopilación, ya asaltaban las listas de ventas en el estado bávaro. “Monsum”, el primero, se convirtió en todo un himno adolescente. Sin embargo, la voz infantil del vocalista cambió (tenía 16 años) y el grupo aprovechó el hecho para relanzar el disco.

Tokio Hotel

MERCADO SEGURO

La banda remó por los derroteros del pop rock en busca de la tendencia del momento. Sin casarse con ningún estilo en concreto, prefirieron acercarse a la mejor sombra y a la vez llevar allí a sus miles de seguidores, adolescentes en busca de un referente musical joven, de apariencia alocada y de letras “revolucionarias”.

En esta línea apareció en 2007 “Zimmer 483”. Tras diversas giras que les encaramaron en lo alto de numerosas listas de ventas en toda Europa, los alemanes presentaron un disco cargado de nuevos temas fieles a su estilo. Una de las canciones más conocidas es “Übers Ende der Welt” (Sobre el fin del mundo). De nuevo, el éxito.

Meses más tarde buscan el reconocimiento en el mercado anglosajón. Con este objetivo, los germanos han puesto toda la carne en el asador con el disco “Scream”. Han cambiado el idioma, reforzado su aspecto estético y luchado por hacer realidad un sueño que, pese a su juventud, no por ello queda desmerecido: ser el grupo de moda por mucho tiempo. Sólo el tiempo (y el público) dictará el porvenir de estos jóvenes alemanes que, por lo menos, han demostrado que éxito y precocidad no deben estar peleados.

HECHOS

  • Impulsados por un afán emprendedor y un amor a la música envidiable, en 1995 ya habían fundado el embrión de la banda.
  • Los temas del disco “Schrei” ya asaltaban las listas de ventas en el estado bávaro cuando este salió al mercado.
  • Con el disco “Scream” han mudado el idioma, reforzado su aspecto estético y luchado por hacer realidad un sueño que, pese a su juventud, no por ello queda desmerecido: ser el grupo de moda por mucho tiempo.