Su Mercé: Una Nueva Veta de Música de Fusión Mexicana

By Juan Carlos Hidalgo BacaNovember 4, 2008AB's Top Music News

Su MerceLa aparición de La Pura Variedad (Antídoto, 2003) primer disco de Su Mercé, muestra un avertiente musical con un gran cúmulo de referentes musicales, ritmos y elementos que se conjugan y se acercan a las propuestas del llamado “rock mestizo” de grupos como Macaco, Amparanoia y Dusminguet, un estilo un tanto atípico para el cual no ha resultado sencillo encontrar un lugar en la escena mexicana.

Busca Tu Lugar

Hay que partir de que la escena mexicana no es fácil para nadie, para ninguna de las bandas, exceptuando tal vez cuatro o cinco consagradas. El resto (algunas de mucha calidad) se las ven difíciles. Sin embargo, en la escena mexicana existen ciertos “circuitos” que han sabido generar las condiciones para expresarse ante un público muy concreto. Por ejemplo, el ska, el reggae, el heavy metal, que se siguen aferrando, particularmente aquí en la ciudad. Como dices, no ha sido fácil para nosotros, por el tipo de música que tocamos, insertarnos en estos circuitos, ni en las medianas ni en las altas esferas del rock nacional. Pero, no nos preocupa. Somos una banda joven (tenemos dos años y medio tocando juntos) y consideramos que estamos abriendo nuestra propia brecha. Si esto significa que tenemos que tocar en cantinas, en cafés, en la calle, o en salones de salsa, es ahí donde lo haremos. Lo importante para nosotros es que a la gente le gusta nuestra música. Sabemos que le genera sensaciones, y la gente está en todas partes.

 

Música Variopinta

Precisamente, por lo variopinta de la música, es que nos parece que la gente siempre encuentra un punto de enganche con ella. Incluso los güeyes más intolerantes de la escena mexicana, los “skatos”, han demostrado por lo menos curiosidad hacia nuestro trabajo, y en el extremo opuesto, digamos lo que podría ser un lugar con público elitista o tal vez más superficial, también nos ha ido bastante bien.

Nuestra música le gusta igual a los viejitos, que a los niños, y esto te lo decimos (o por lo menos tratamos de así hacerlo) sin ningún tipo de falsa pretensión. Creemos que el espacio donde nos tocó vivir está marcado o impregnado por las diversas y abundantes influencias culturales que le ha tocado congregar, y en ésa esfera nuestra música entra con comodidad. Por decirlo de otra forma: en un país en donde la fiesta tiene muchas caras y muchas formas de hacerse, los grupos versátiles siempre serán como locales.

 

Rock Mestizo

Lo hemos estado escuchando de cerca desde hace un tiempo. Creemos que coincidimos en el espíritu de la música que ellos tienen. Sin embargo, los descubrimos después de que habíamos formado el estilo de nuestra música. Eso nos parece que es un síntoma inequívoco de los rumbos híbridos que ha tomado la música como señal de los tiempos que vivimos. Para nosotros es imposible no deleitarnos con un buen tango, una cumbia, un flamenco, o una rola de Goran Bregovich, y como tal, las asimilamos, tal vez inconscientemente dentro de nuestra música. Pero, sabemos que tenemos nuestro propio estilo, como todos, y lo que nos parece de cierta forma peligroso, es la imitación plana de las modas musicales, incluso las de vanguardia.

Es muy importante para nosotros el no perdernos en ése hechizo. Nos encanta Ozomatli, pero no queremos tocar como ellos. Estamos en esa lucha por construir nuestra propia personalidad como grupo que se juntó, agarró los instrumentos y empezó a hacer su música dentro de sus circunstancias y sus posibilidades.

Cuando escuchamos a Dusminguet y a Amparanoia hace apenas año y medio en el Zócalo de la Ciudad de México, nos sentimos muy identificados con el espíritu de su música, más no con su discurso. Pensamos que es tan importante hablar de los grandes males de ésta triste humanidad que sufrimos, como de la cotidianeidad de nuestra gente, de nuestra ciudad, de nuestras propias orillas, lo nuestro, por lo menos en este momento, es una búsqueda y no sabemos si vamos a terminar tocando jazz, o vendiendo los instrumentos en una casa de empeño. Eso es lo que nos fascina, y luego entonces, el ritmo siempre será lo de menos.

 

Yucatán y Veracruz

Crecimos escuchando música yucateca. El papá de Emiliano, yucateco, tocó algún tiempo en las guitarras de Alfredo Zitarrosa y después formó su propio grupo de Trova Yucateca. Ahí tocaron Yuri y Emiliano. En las borracheras de adolescentes nos echábamos rolas de los Hombres G, y también de Guti Cárdenas y Pastor Cervera (el último gran trovador de la Península). La neta es que nos las sabemos todas y a veces en los ensayos palomeamos con ellas. Es un deleite, es algo que realmente nos fascina y no lo abarcamos como si fuera una pose.

Incluso, algunas de nuestras canciones comenzaron queriendo ser boleros, o impregnados de las armonías y la estructura de las canciones yucatecas. Ésa es la influencia. Un accidente familiar del que estamos tan agradecidos, como de los muchos otros que cargamos, ejemplos la música de Michoacán y Veracruz, donde también tenemos familia. Lo nuestro es un accidente geográfico musical lo único que hemos hecho es seguirle la corriente.

 

Confluencias: Los de Abajo

Son nuestros cuates. Les prestábamos la casa para ensayar y aprovechábamos para ir a escuchar sus ensayos. Nos parecen sobre todo una aceitada máquina musical, pero no nos sentimos tan cerca de ellos porque, como te decíamos, nosotros sabemos que en este camino que estamos urdiendo, tal vez mañana se nos dé la gana hacer una rolita romántica más cercana a lo cursi que a lo explosivo, y asumimos las consecuencias de ello. De igual manera tenemos rolas que son una especie de fusión “metalera punk” y creemos que ellos ya tienen un estilo más concreto y definido, del que difícilmente podrían distanciarse.

Lo que sí, es que ellos son un grupo que definitivamente han sabido manejar con mucha habilidad su carrera, esto los distingue en el Rock Mexicano, y ojalá tengamos su inteligencia para saber proyectarnos fuera de México como lo han hecho ellos. De hecho, ahora tenemos la propuesta de ir al “Festival Río Loco” en Toulousse, Francia, y algunas presentaciones en Barcelona y Madrid, sólo que no tenemos los medios para poder concretar un gira así, estamos viendo. Seguramente si dentro de tres años estamos vivos todavía, estaremos de “pata de perro” tocando rancheras afuera del Kremlin…

 

“La  Sazón”: Voceo

Primero, fue un mero cotorreo. El Yuri, que es el autor de la rola, tenía una noviecita sudamericana y nosotros le propusimos que en la segunda estrofa, en lugar de hablarle de “tu”, le hablara de “vos”. Después, nos fijamos que en la métrica, sonaba bien, nos gustó y la dejamos. En algún momento tal vez pensamos que era medio mamón, ahora estamos dispuestos a hablar en chino, en Italiano, en P’urépecha y en cualquier idioma que la música nos pida.

 

México: La Inspiración

Por supuesto, pero como toda ciudad del mundo. Escribimos de ella porque como dijo la periodista Cristina Pacheco: “Aquí nos tocó vivir”. Pero, queremos dejar claro que no tratamos de exacerbarla, ni de enarbolarla, sólo de desmenuzarla.

Observadores externos, jamás. Nos ha tocado, que la policía nos rompa la madre; caer en el bote; rifarnos tiros en el barrio, lidiar con la droga. Somos de esa calaña. Pero, esto es simplemente la consecuencia de que nos haya tocado vivir en una ciudad como muchas (si no es que todas) de la América Latina. No nos enorgullece, nos permea y por lo tanto no lo pasamos por alto. Eso nos identifica con la gente, no lo buscamos como un cliché para engancharnos, queremos ser cuidadosos para poder ser honestos con este tema.

 

Jaime López y Otros Músicos Urbanos

Tanto así, que pensamos que lo que se tenía que decir de la ciudad ya lo dijeron Rockdrigo y Jaime. Pero de aquella ciudad. Ésta que vivimos ya es otra, es nuestra. Lo que siempre habríamos de agradecerles a toda esa banda, es que tuvieron las agallas para defender su música en un momento en que las condiciones culturales de este país eran paupérrimas. Nos atreveríamos a decir que ellos y algunos otros, como los Botellitos, abrieron la brecha sobre la cual muchos caminamos. Cantamos las rolas que ellos hicieron y eso es algo que siempre tiene que agradecerse. Sin embargo quisiéramos ir mas allá de lo urbano en nuestro trabajo ¿por qué no bucólicos también?

 

 

Justicia A Las Rancheras

Eso nos parece simple: no hay ninguna intención. Si el público rockero de México descalifica la música ranchera, la cumbia o la banda, creemos que es un problema del público “rockero” que tiene que resolver en aras de la tolerancia y la diversidad cultural. Es más, nosotros consideramos que como músicos, es un paso importante el poder abordar cualquier género que se nos atraviese en la difícil tarea de lograr la expresión certera de una canción.

 

“Buenos Aires” Duele

Componerla obedeció a una necesidad específica en un momento determinado. En el año 1997, un grupo policiaco denominado Los Jaguares entró a realizar un operativo en esta colonia, deteniendo arbitrariamente a jóvenes del barrio. A algunos de ellos se les dió por desaparecidos y unos días después aparecieron muertos, mutilados y con evidentes signos de tortura.

Nuestro lenguaje fue agresivo, claro, pero fue nuestro modo airado de denunciar un hecho que nos pareció infinitamente más brutal que el lenguaje que utilizamos. Por otro lado, siempre hemos usado lenguaje altisonante en las canciones, partiendo de que es así como hablamos en la cotidianeidad, si vamos a hacer poesía o canciones o lo que sea, de ahí es de donde tienen que salir, decirlo de una forma más “políticamente correcto” o “elegante” para nosotros conlleva cierto grado de hipocresía. Lo único que cuidamos, claro, es que podamos encontrar las justificaciones líricas, como la métrica para utilizarlo.

 

Su Merced, ¿En Desuso?

Es algo común que el nombre de una banda tenga un significado que le resulte incomprensible a la gente. Eso nos salvaría. En nuestro caso no obedece a ninguna historia o acontecimiento especial que nos condujera al nombre. Simplemente, después de un año de estar formados y con varias canciones listas, llegó el momento inevitable de bautizarnos y tras una larguísima búsqueda encontramos un nombre que sugiere parte de nuestra esencia de una manera sencilla. Su mercé, ciertamente en desuso, implica una búsqueda constante de una parte de nuestra identidad a través de nuestras raíces, implica también un recordatorio diario de simpleza que tiene que ser constante en nuestro camino para tener siempre claro el rumbo y el lugar en el que estamos parados.

 

El Gran Silencio

No encontramos razón alguna para negar ninguna influencia. Nos gusta el trabajo de los Chúntaros, y sí hay pasajes de nuestra música que se asemejan a lo que ellos hacen, seguramente es por lo mismo, y no nos incomoda si de repente nos cruzamos con ésto, porque nuestra música es otra. Nuestra intención es otra, nuestras historias son otras.

Su Mercé es: Yeyo (voz principal), Emiliano (guitarra acústica y voz), Yuri (guitarra acústica y eléctrica), Gus (guitarra acústica, teclado y acordeón), Británico (bajo), El Goldo (batería)