Jorge Drexler: Un Ciudadano del Mundo Que Vive en Madrid

By Nacho Casado / EFE-ReportajesFebruary 21, 2008AB's Top Music News

Jorge DrexlerPensativo y con el Oscar en mano, el autor uruguayo se considera de su tierra y un madrileño más. “No es contradictorio ser de dos lugares a la vez”, mantiene y recuerda que fue Joaquín Sabina quien le llevó a Madrid.

De La Mano de Sabina

Jorge Drexler lleva residiendo en Madrid la friolera de diez años y no se ha parado a pensar en abandonar la ciudad. Ajeno a localismos y ciudadano del mundo dice que “la capacidad de amar lugares es parecida a la de amar personas”.

"Cuando llegué, vivía en el barrio de Chamberí (uno de los más ‘castizos’ o clásicos) y a los dos días ya me sentía de aquí. Los uruguayos que vivían aquí ya eran parte de ella y paseábamos juntos por sus calles como si fuera nuestra. Es muy fácil sentirse de aquí”, comenta sin disimulada admiración.

Rápidamente, Drexler pudo encontrarse con la gente de su tierra afincada en uno de los puntos neurálgicos más importantes de España.

Parafraseando la mítica canción de Joaquín Sabina, “Pongamos que hablo de Madrid”, y pensando en este cantautor español, el de mayor repercusión en América Latina, Jorge Drexler habló del trágico 11-M a punto de cumplirse su primer aniversario. Con cierta desesperanza pero sin titubeos defiende, definitivo, la bondad universal de la ciudad.

“Una ciudad así es una amenaza para todo tipo de fundamentalismo religioso, político o nacional. Desde el 11 de marzo es curioso lo que significa ser de Madrid. Es una ciudad en la que si un cabrón pone una bomba en un tren mueren personas de trece nacionalidades distintas – que es lo que pasó-”, mantiene el autor uruguayo.

“Es una ciudad en la que es más fácil integrarse porque aquí todos somos nuevos. La mayor parte de la gente que reside en Madrid no es de Madrid”, prosigue.

 

Sentirse Ciudadano

El 11 de marzo del 2004, la capital española sufrió el mayor atentado terrorista de su historia y su repercusión internacional fue amplia, pues en Europa no se había vivido un suceso de tal envergadura, con 192 muertos a causa de la explosión de bombas en varios trenes.

Sin embargo, para este conocedor del mundo, lo más preocupante es el trasfondo de la situación y su reflejo en todas partes. “Cuando atacaron Madrid, atacaron la capacidad de integración, cuando es lo contrario en el mundo, la tendencia es la desintegración. Grupos y más grupos tratando de llevar la razón por una especie de mensaje divino o algo así… y esos disparates”.

El 11-M recogió su denominación con la vista fija en los atentados de Nueva York y Washington (11-S), obra también de terroristas integristas islámicos, que en en 2001 causaron más de tres mil muertos.

Próxima a la idiosincrasia de Nueva York o Buenos Aires, la ciudad atrapa y desgasta a partes iguales. “Ciudad abierta, ruidosa con un punto de euforia que a veces cansa pero con mucha generosidad y que rápidamente te incluye”, afirma a tal efecto. “Me di cuenta de hasta qué punto la quería y hasta qué punto era vulnerable con sus cosas lindas cuando llegó el 11-M”, manifiesta Drexler.