Jorge Drexler arma una nueva trama de canciones

By Alicia MonsalveMarch 24, 2010AB's Top Music News

Armar la Trama

El cantautor uruguayo ha vuelto al ruedo con un disco grabado en vivo en un estudio de TV, que titula “Armar la Trama”. La producción que se estrenó el 16 de marzo, es un arrojado viraje acústico de Jorge Drexler luego de sus muchos años inmerso en la electrónica que, sin embargo, sigue sus búsquedas elementales y el eclecticismo con el que el artista ganador del Oscar por su canción “Al Otro Lado del Río” vuela sin prejuicios de norte a sur y de uno a otro lado del Atlántico.

Jorge Drexler tiene esa extraña capacidad de conmover con sus canciones. De alguna forma, posee tanto el talento del poeta de estirpe como la humildad del cantante de esquina, que por unas cuantas monedas alegra la vida del transeúnte y le hace pensar en lo realmente importante en su fatua vida de ciudadano anónimo y trivial.

Y un transeúnte se considera él mismo, un pasajero de este mundo, que afortunadamente comparte con nosotros sus preocupaciones mortales, la consciencia de la finitud de la existencia corpórea y la ambigüedad desde el agnosticismo a la espiritualidad.

El médico otorrinolaringólogo, que cantó a capella “Al Otro Lado del Río” al recibir su Oscar en una ceremonia donde no lo dejaron ejecutar su propia canción, demuestra una vez más su arrojo al hacer un disco donde se despoja de los beneficios de un estudio y lo enfrenta cabalgando al pelo, sin estribos, seguro de la compañía de una banda que lo apoya en devaneos que cruzan de uno al otro lado del océano y de norte a sur sin ningún prejuicio musical.Jorge Drexler

En este nuevo ramillete de canciones que titula “Armar la Trama”, una vez más Drexler nos asombra y nos confunde. Da la media vuelta de su viaje electrónico y con la confianza de contar con Matías Cella en la producción, se rodea con una banda de jazz para grabar esta nueva docena de temas: “Tres mil millones de latidos”, “La trama y el desenlace”, “Las transeúntes”, “La nieve en la bola de nieve”, “Mundo abisal”, “Toque de queda – con Leonor Watling”, “Una canción me trajo hasta aquí” (sencillo promocional), “Aquiles por su talón es Aquiles”, “I don’t worry about a thing” (cover, a dúo con Ben Sidran), “Noctiluca”, “Todos a sus puestos” y “Telón”.

Para hacerlo se encierra con sus amigos por 4 días, con una mínima cantidad de público, para hacer un disco orgánico, grabado prácticamente en vivo, registrando todos los instrumentos al mismo tiempo, con canciones nuevas y un cover en inglés para que sus fans sigan en la divina tarea de descifrarlo.

El sencillo, titulado “Una canción me trajo hasta aquí”, es una de esas canciones que los inmigrantes y los ciudadanos del mundo van a abrazar como propia. Es una canción alegre sobre la nostalgia, donde Drexler se mira en el espejo de quienes se echaron a andar y asume su papel de pasajero del mundo.

En “Tres mil millones de latidos”, Drexler habla de las preocupaciones trascendentales, la brevedad de la experiencia vital y asume su conciencia global:”soy un pasajero, no quiero llevarme nada, ni usar al mundo de cenicero”. Musicalmente, es tal vez la pieza que más describe el concepto del disco. Aunque siguen los sonidos etéreos colados en el fondo de la orgánico que logra con los músicos en vivo, aquí no timidez con el uso de los metales y la fuerte influencia del jazz. El candombe aparece y desaparece en la intrincada trama, pero aclimatado en ese vivero donde le han dado alojamiento al cantautor, quien se entretiene con perplejidad y asombro ante la vida que le ha tocado vivir montando en un autobús que pasea por los vecindarios del Big Band y hasta se deja seducir por el mambo…

En “La trama y el desenlace”, hace uso de su particular forma de frasear el rap, con bases rítmicas que pudieran continuar el trabajo de “Ecos”, esas pausas, el fraseo, el susurro, su llamado a la experiencia de disfrutar la trama y no el desenlace. Allí se confiesa, un paso cambiado, tal vez sus vicisitudes amorosas, el guiño al ojo de la amada con pasos y guitarras sincronizadas.

Jorge Drexler“Las transeúntes” es otro tema para detenerse. Con la guitarra española de Josemi Carmona, se dan una vuelta por el Río de la Plata y en estructura la canción tiene más el estilo de la canción de trova y la música uruguaya, es una canción más lúdica, sensual y desenfadada que recuerda el por qué Joaquín Sabina se llevó a Drexler de botín a España.

“Mundo Abisal” comienza con un tono más oscuro y aunque el nombre da cuenta de la fascinación de Drexler con el mar y las imágenes literarias asociadas, es más una canción de amor. Abisal, fosforescente, húmeda y profundamente sensorial, para escuchar con los ojos cerrados e imaginarse el mundo de esos dos escafandristas que se aventuran en el abismo de la pasión, y se hayan inmersos bajando hacia las alturas de la oscura sensación de algarabía por el deseo.

En “Toque de queda” comparte el micrófono con la actriz y cantante Leonor Watling. Aunque tiene el obvio trasfondo político al que alude el título, parece una canción de arrabal. Pero, al cantarla a dúo con la profunda voz de su pareja, Drexler hermana a las fuentes musicales del Río de la Plata con la tradición del cuplé y las grandes damas de la canción española. Es un tema para varias lecturas y toda una pieza de lujo.

Drexler hasta se atreve a hacerla en inglés, sin ánimos de crossover, tal vez como devolviendo el favor a Ben Sidran quien le acompañó en la aventura de hacer “Al Otro Lado del Río”, quien lo acompaña con voz y órgano en la versión del clásico “I don’t worry about a thing”.

El disco continúa hasta cerrar el telón y todo quedó registrado en el documental “La Trama Circular”, dirigido por el argentino Ariel Hassan, que acompaña al disco en DVD. Aún no sabemos si Drexler pautará visitas por estos lados del globo, hasta ahora sólo se observan fechas en España en su cartelera de conciertos. Mientras tanto, sólo nos queda escuchar el disco para “Armar la trama”.

Imagen cortesía de jorgedrexler.com.