Inland Invasion III: El Recuento de Los Daños

By Jesus -El Pelos- OlveraMarch 31, 2009AB's Top Music News

Uno de los “flashbacks” más intensos de la temporada lo vivieron los asistentes a la tercera edición del “Inland Invasion”, cuando a partir del mediodía se presentó un concier-to que reunía a los padres (¿abuelos?) del New Wave, junto a actos más recientes que han sido influidos fuertemente por la música engendrada hace más de 20 años. Así que la audiencia no podía ser más ecléctica, desde treintañeros que trataban de ocultar las llantitas, hasta adolescentes que portaban con orgullo sus playeras de The Cure, heredadas seguramente de sus hermanos mayores (o de sus mismos padres).

Pero, el recuento final del concierto es disparejo. Aunque no pudimos estar a tiempo para ver la actuación de Jet en el side stage, si llegamos para ver a Dramarama y aunque nuestra intención era ver también a Berlin, el hecho de haber conseguido tickets sólo para la sección general (en el pasto) nos obligó a tener que defender nuestro pedacito de espacio entre toda la multitud, perdiéndonos de paso la actuación de Kings of Leon (pero, con la oportunidad de tener primera fila en las varias peleas que se armaron entre los asistentes). Afortunadamente, General Public y su “ternura” nos convencieron de haber hecho la elección acertada. Con su mezcla de temas new wave y reggae fueron la mejor manera de abrir las actividades del escenario principal.

Bow Wow Wow hizo lo que pudo, pero la gente sólo coreó “I Want Candy”, mientras que Dashboard Confesional sólo hizo mella entre las niñitas que babeaban fascinadas con el cantante. Indiferencia similar sufrió Fountains of Wayne, y a pesar de que intentaron hacer una especie de popurrí de rock clásico, no conmovieron a la audiencia. Pero, ese no fue el caso ni con Violent Femmes, ni con The Psychedelic Furs, quienes materialmente obligaron a todo mundo a cantar cada una de sus canciones, haciendo que se olvidara el aburrido trago que los hiciera pasar Marc Almond, que calentó el escenario con su “Tainted Love”. 

En cuestión de aburrimiento, nadie le podrá quitar el trofeo a los de Interpol, y aunque Echo and The Bunnymen le siguiera muy de cerca, su experiencia los hizo salir mejor librados (a pesar de haber tenido altibajos debido a problemas técnicos).

The Hot Hot Heat presentó uno de los sets más sólidos, pero la gente sólo coreó los hits que han crecido de la mano de KROQ. Después de eso, comenzó una de las esperas más lar-gas de la tarde que fue aguantada de manera estoica por parte de la audiencia antes de poder oír a los “fab five” (como fueron anunciados), quienes son a su vez grupo sinónimo del new wave: Duran Duran. Los ingleses trajeron de regreso todo el glam necesario para volver al pasado, con un set hecho de sólidos hits y sólo una canción nueva, lo cual fue agradecido por los asistentes en forma de ovaciones continuas.

Pero, el plato fuerte fue sin duda The Cure, quienes tocaron por casi hora y media (si no es que más) y también se concentraron en el repertorio de éxitos (el álbum “Desintegration” fue tocado casi en su totalidad). Después de ese set, el doloroso regreso al futuro, entre el inmenso rio de autos que trataban de salir, nos recordó algunas valiosas lecciones:

Es mejor pagar la diferencia para poder te-ner un asiento verdadero en un concierto así. La buena música no tiene edad; pero la mejor lección que nos dejó este concierto, es saber que estando en el pasto la mejor inversión es protector solar y una sombrilla.

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