Por primera vez en su carrera, Soraya ha decidido entregarle a sus fans un disco que se ha hecho para ser escuchado exclusivamente en español, contrario a lo que hecho en sus disco anteriores, los cuales siempre habían tenido su contraparte en inglés. “El otro lado de mi” nos da a conocer a una Soraya que ha insistido en mostrarnos en acetato la contundencia de la que es capaz en vivo, a pesar de no haber dejado de lado las sutiles baladas acústicas que siempre han sido parte de su repertorio. Platicamos con Soraya sobre este nuevo viaje sonoro y sus coincidencias con otras sirenas del rock y folk en español.
Duro y en español
Quería que comenzara con el golpe, porque este disco es un salto hacia adelante, es un disco mucho más fuerte quizá un poquito más agresivo. Es un disco con más diversidad rítmica, con más diversidad de instrumentaciones. Yo quería decir que aquí íbamos a escuchar algo diferente, pero no totalmente, ya desde el comienzo, desde la primera pista. Entonces, cuando llegué a hacer la tercera canción, regresé un poquito a lo que se conocía de mi música y después ya seguimos en ese camino.
El segundo disco se hizo también en inglés y en español y se lanzó en diferentes mercados, el tercero fue el que no alcancé a promocionar, pero también se hizo en ambos idiomas. Pero, desde que regresé a mi carrera con mi disco homónimo quería dedicarme a un disco en español, quizás con una canción en inglés pero más en español.
Lírica
Creo que lo que sigue siendo una continuación de lo que es mi repertorio es la letra de las canciones. Es un tipo de letra que a veces la dejo un poco abierta para que las personas puedan interpretar las canciones a su propia manera. Porque, para mí es muy importante que un oyente en México, o en Colombia, o en California, o en donde sea, pueda interpretar esa canción en su propia vida, eso siempre ha sido una meta personal.
Lo que sigue igual es que las canciones son basadas en guitarras. Eso sí, siempre compongo con guitarras y lo que es diferente es la energía de las canciones. Yo creo que la energía es mucho más fuerte en estas canciones, quizás un poco más positiva.
La grabación y la técnica de grabación ha cambiado con este disco. En cuanto a lo de la temática ya hablo de temas sociales con “Alma de la calle” y “Gotas de Perdón”. Yo creo que eso es un cambio, pero el cambio principal es esa energía, que cuando suena en vivo en concierto cambio un poquito los arreglos para darle esa energía a los fans. Pero, nunca había grabado las canciones de esa manera. Creo que ése es el gran cambio de este disco.
Fusiones
En la canción “Al otro lado de mí”, hay una gaita. Es un instrumento colombiano y eso es parte de lo que yo quería hacer con este disco, hacer una fusión entre los instrumentos de la tierra de Colombia, la gaita, la bora, el tiple y todo eso mezclarlo con una guitarra eléctrica, una batería para tener así esa fusión entre todos esos mundos. Lo mío yo creo que es un sonido que es una fusión, o sea, tiene la sensibilidad de la letra de trovador, una letra que cuenta una historia, una letra que tiene un poco de melancolía, que quizás te pueda hacer sentir algo. Pero, lo que trato de hacer es lograr maneras novedosas de contar una historia y buscar sonidos diferentes para cada canción.
Yo creo que eso ha sido mi marca, que no sea tan fácil decir, “esto es una salsa, o una cumbia o un vallenato”, tratar de mezclar un poquito de todo eso.
Más rudo
El lado de producción y el lado técnico de este disco es, yo creo, también un paso muy diferente. Era combinar lo que es el talento de los músicos y mi manera de tocar las guitarras, con la parte técnica que es aportada por Sebastián Chris que es mi productor en este disco.
Nosotros intentamos tener los instrumentos puros como son, a la vez incorporando distintos efectos, que se sienten pero solamente si se les pone mucha atención. Queríamos que se sintiera eso, para darle otra dimensión al disco. Para mí, es bien interesante tener una guitarra eléctrica bien procesada y encima de eso un tiple colombiano sin procesarlo en lo absoluto y lo mismo con la voz. Mi voz está ahí limpia cantando, pero a la vez escuchas una versión de mi voz distorsionada un poquito y quizá le hemos cambiado el tono un poquitito para darle más dimensión a la canción y al arreglo.
El productor
Sebastián y yo llevamos años de amistad, hemos trabajado en otros proyectos, pero nunca hemos trabajado en un proyecto mío y con lo fuerte de él, pues se le reconoce por muchas cosas, pero su fuerte es el rock. El es fanático del rock alternativo y eso es lo que yo quería incorporar en este disco. Entonces, cuando estaba revisando las canciones, lo llamé. Salimos a almorzar, hablamos un poco y hablamos de este proyecto, primero, lo más importante para mi era la confianza que yo siento con él, el respeto que le tengo como productor, pero también la confianza que yo tengo como amigo para tomar este riesgo con ese disco y sabía que con él íbamos a poder unir ambos estilos de producción y mezclar esas ideas para hacer un disco muy fuerte.
Otras sirenas
Pues, me fascina la música de Ani Di Franco. He conocido su música por años, la afinación de la guitarra en una de mis canciones es como la de Ani, muy inusual. En esa canción en particular, soy yo la que estoy tocando las guitarras principales. Precisamente por eso, porque no quería la técnica tan perfecta de mis músicos, quería la técnica imperfecta mía, para darle esa vuelta a la canción. Pero, en cuanto a lo de ser una cantautora, pues me identifico con todas porque es un género que tiene, gracias a Dios, mucha variedad.
Lo que hace Ani Di Franco es impresionante porque lo que ella hace es poesía, una poesía musical, lo de Amaral también me gusta mucho -aunque es un grupo, pero su voz y su técnica es muy chévere… muy folk-. Pero, también hay otras… Sara Mclaghan me fascina y en general lo que es cualquier cantautor me identifico con éso, porque comprendo el proceso de tener esa inquietud, de tener esa idea y de transformar esa idea en un disco.
Logros auditivos
Yo creo que con este disco lo que he logrado es algo muy fuerte, porque yo quería subirle el volumen a mi música, deseaba que tuviera sus momentos más tranquilos, pero que fuera un disco que se escuchara de día, no de noche. Un disco mucho más energético, que desde la técnica de grabación no fuera con guantes de seda, sino de una manera mucho más agresiva, mi manera de cantar también, por eso cambie de micrófono de grabación en este disco. Eso era lo que yo quería lograr y cada vez que escucho el disco termino con una sonrisa, porque no nos quedamos cortos en ninguna canción.
Los privilegios que yo tengo en esta carrera son muchos, pero el principal es que tengo una libertad absoluta cuando se trata de mi música. No me dicen “tienes que grabar un disco como tal, o tienes que grabar un disco como tal”, me dan esa libertad y eso es muy importante para mí, porque sin eso no creo que podría trabajar como trabajo… es super importante.
Sobreviviendo
La experiencia de sobrevivir al cáncer, obviamente, me ha cambiado y me ha ayudado a ser una persona más fuerte. También, a apreciar las cosas un poquito más, a tomarlo todo con un poquito más de paciencia y de calma, pero a la vez a comenzar a vivir la vida un poco más agradecida. Yo sé que muchas personas que pasan por eso dicen lo mismo, pero también apreciando lo que uno tiene. Eso lo tomo muy en serio y es una decisión que hago a diario, para no perder el equilibrio que he encontrado de todo esto en mi vida.
La mandolina
Simplemente esa foto me gustó cuando me enseñaron ese concepto para la portada, ni lo pensé dos veces, me gustó mucho el concepto de la gráfica que le hicieron a la foto y el tener la mandolina en vez de la guitarra. No sé si fue una decisión simplemente emocional, pero me gustó y corrimos con esa idea.
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