En medio de las discusiones sobre el futuro de la música, tema central del 3er. Congreso Iberoamericano de Cultura recientemente clausurado en Medellín (Colombia), Andrea Echeverri reconoce la dureza del mercado musical actual, “Hay menos billete, pero estamos bien”, afirma. Pero aún así cree que Aterciopelados sabrá adaptarse al momento. Su próxima entrega: “Andrea Echeverri 2”, es una mirada a su infancia y da continuación a su primer disco solista autotitulado, editado en 2005. Hablamos de su trabajo en casa, de su susceptibilidad y de hacer la cosas a su manera…
Andrea Echeverri (Bogotá, 1965) es símbolo de paz en toda América Latina, de respeto por el medio ambiente, de energía positiva. Y con esas armas se ha abierto un hueco en un mercado acechado por la música comercial y la crisis de una industria que ya no es lo que era.
Dice, sin pelos en la lengua, que no hay tanto dinero como hace una década, que todo está muy parado, pero tiene esperanzas en la música creativa y en la flexiblidad de los grupos. Pase lo que pase, no cree que su trabajo alcance nunca la categoría de “mainstream” una que odia particularmente. “Yo hago música para mí. Los que conecten con ella, chévere, y los que no, también”.
Por eso sacará al mercado en unos meses “Andrea Echeverri 2”, continuación de su gran éxito del 2005, dedicado al nacimiento de sus hijos. En este álbum, abordará el tema de su infancia, los cantos de su madre y canciones populares de su época, en un disco que ella misma ha trabajado de principio a fin en su casa.
¿Qué le parece la crisis de la industria musical? ¿Es más positiva que Silvio Rodriguez y Rodolfo Mederos, que no ven mucho futuro?
Pero ¿dé que hablan? ¡claro que hay futuro y música creativa! Sí, es cierto que el mercado está golpeado, pero todas las crisis son oportunidades creativas. A mí me tocó una época en la que estábamos súper bien pagados. Ahora ya no tanto, pero estamos mejor que muchos otros. Hay que acomodarse y flexibilizare. Si antes podías viajar con quince personas, ahora viajas con la mitad ¡y ya!
¿Por qué cree que está pasando eso? Sólo en Medellín se juntaron más de 150,000 personas en tres días a escuchar conciertos.
Pero eran gratis, ¿no? (risas). En Estados Unidos, por ejemplo, están ofreciendo menos conciertos y los viajes son más caros, las visas también. Pero eso no tiene por qué ser un factor negativo, porque cuando tienes que esforzarte más, a veces salen cosas chévere que de pronto no hubieran salido de otra forma. Aterciopelados está en un periodo de flexibilizarse.
¿Y qué más se traen entre manos?
Hay menos billete, pero estamos bien. Yo estoy en un momento de crecimiento personal y musical. Después de casi 20 años en la música, me lancé a aprender ‘Protools’, con el ordenador. Tengo un pequeño estudio en mi casa y yo sola hice el disco “Andrea Echeverri 2, que va a salir este año. Yo toda mi vida estudié arte, y especializada en cerámica, y yo sentía que lo manejaba mejor, yo cantaba y hacía el resto.
¿Cómo hace para compaginar a los niños con el disco?
Trabajo desde mi casa y un rato atiendo a los niños y un rato hago el disco. Es mejor eso que irme a Nueva York dos meses a grabar, porque no va con mi vida de ser mamá. Estoy muy contenta porque por fin puedo hacer música como un quehacer diario, a mi ritmo, como me gusta, con sencillez.
¿Y con Héctor Buitrago, su ex pareja sentimental y miembro de la banda, cómo hace para mantener sana la relación?
Héctor y yo tenemos cosas muy contrarias, lo que hace la relación interesante. También se mantiene viva la chispa del grupo.
¿Cuál es el enfoque de “Andrea Echeverri 2”?
Tiene que ver con todo, pero rompe con lo anterior. Habla de la infancia, con canciones folklóricas que me cantaba mi mamá y composiciones que son importantes para niños y grandes.

De su anterior trabajo decían que era una obsesión con la maternidad ¿Hasta qué punto le afectan las críticas?
Sí, me afectan y por eso nunca leo nada que tenga que ver conmigo. Después de muchos años, aprendí a manejar las cosas como yo las puedo manejar y eso me mantiene protegida y conectada con mi opinión, que es la importante, porque hago las cosas para mí y no para un mercado. El que se conecte, bien y el que no ¡también!
¿Diría que es una persona frágil?
Soy frágil, pero he aprendido a crear una muralla a mi alrededor. Precisamente porque sé de mi fragilidad.
¿Qué espera musicalmente de su carrera, llegar a ser ‘mainstream’ o seguir inspirando a una gran minoría?
No tengo algo concreto, porque yo hago la música para mí y la comparto, pero no somos negociantes. No hay una estrategia. Es chévere, porque eso desordena ciertas células. La otra es que yo odio lo mainstream, y algo en mi interior me hace quedarme con las minorías.