Entre los tantos subgéneros que hay, el Latin Metal es uno del que poco se habla, pero que tuvo su momento de auge.
Latin Metal toma su identidad de su mezcla de orígenes. Por un lado, la influencia de la música latina y sus ritmos con percusiones, y por el otro el Heavy Metal.
Las raíces de este subgénero también abarcan sonidos étnicos o indígenas del continente americano.
Todo comenzó entre las décadas de 1970 y 1980 cuando el Heavy Metal se popularizó en todo el mundo. Fue cuestión de tiempo para que cada país o región creara sus propios y únicos sonidos.
Con la llegada del Nu Metal a los primeros lugares de popularidad desde finales de los 90, el panorama se volvió terreno fertil para el género.
Bandas emblemáticas de Latin Metal
Por sus orígenes latinos, un número considerable de bandas entran en este subgénero o categoría descriptiva.
Algunas de las bandas que más representan la descripción del género son Soulfly o Ill Niño. Ambas tienen una notoria influencia latina en las percusiones.
Bandas que vale la pena escuchar para adentrarse en el género:
- Sepultura.
- Soulfly.
- Ill Niño.
- Puya.
- Brujería.
- A.N.I.MA.L.
- Ankla.
Evolución del Latin Metal
La primera vez que el subgénero llegó a mencionarse fue en la década de 1970, cuando el crítico Robert Christgau se refirió a la música de Carlos Santana como “Latin Metal Pop”.
Después de ahí, más grupos se sumaron al subgénero. Sin embargo, tal parece que la etiqueta obedecía más a una cuestión étnica que característica.
Fue hasta la década de los 90 cuando el subgénero tuvo una presencia más notoria y característica.
Desprendiéndose del Nu Metal por muy poco, llegan grupos como Ill Niño y Soulfly a poner el Latin Metal en alto.
Otras agrupaciones menos conocidas toman inspiraciones diferentes para hacer del género una experiencia diferente.
A.N.I.M.A.L y Sepultura son dos grandes ejemplos de cómo la herencia hispana se nota hasta el tuétano.
