August O’Neal hablaba por teléfono con su novio para contarle emocionada que estaba a las puertas del hospital donde Michael Jackson acababa de fallecer. La joven le transmitía la adrenalina, el gentío, las lágrimas, cuando su chico le soltó una nueva en la frente, otro muerto más que llorar. “Me dicen que se ha muerto Jeff Goldblum, no me lo puedo creer”, repetía con una risa histérica, testigo de la plaga que estaba asolando, supuestamente, a ilustres miembros del cine y la música en Los Angeles ese fatídico 25 de junio.
En el día en que dijeron adiós Farrah Fawcett y el bueno de Jacko, empezaron a correr rumores como la pólvora por internet, y con el portal TMZ rebotando una nueva bomba cada cinco minutos, todo empezaba a ser posible. No había bastante morbo con lo de Farrah y Michael. Hacía falta más y los calumniadores aprovecharon la confusión para sembrar el caos.
En unas pocas horas, no solo Goldblum estaba criando malvas, sino que la belleza de la Guerra de las Galaxias, Natalie Portman, también había pasado a mejor vida, según más rumores, con el propio George Clooney apuntándose a la tendencia de los muertos repentinos.
El representante del actor, Stan Rosenfield, tuvo que dedicar gran parte del día a desmentir los rumores, a garantizar a todo el que llamaba que George estaba bien, enterito, a calmar a los amigos histéricos que preguntaban desesperados si era cierto el principio de tragedia.
No fue el único dedicado a semejantes menesteres. Los agentes de Portman, Goldblum y Harrison Ford —que se sumó a la fiesta a última hora— estuvieron en las mismas después de que internet aprovechara el día de difuntos en Hollywood para lanzar unos cuantos bulos adicionales. Lo curioso es que estos tres fallecieron por la misma causa, machacados sus cuerpos contra el suelo tras caerse de un precipicio mientras rodaban sus respectivas nuevas películas.
El titular de la historia en un principio fue Goldblum, a quien atribuían esa muerte durante un rodaje en Nueva Zelanda, aunque ningún medio local se atrevió a confirmar el rumor. Después el reguero de pólvora fue imparable y tanto Farrah como Michael tuvieron que compartir su protagonismo con unos cuantos muertos fantasmas, los que internet tuvo a bien inventarse durante unas cuantas horas. Cosas que pasan.
