Los ataques de celos son el motivo más frecuente de homicidios conyugales y un factor determinante en casi el 20 por ciento de todas las agresiones violentas en EEUU. La cifra es similar en otros países desarrollados. Para algunos psiquiatras, los celos son un estado precursor de la psicosis, que puede convertirse en delirio, perturbando el sentido de la realidad.
Una posesiva enfermedad
Según el psicólogo Bernabé Tierno, las personas celosas tienen una distorsión, un pensamiento erróneo, porque por mucho que amemos a alguien, por muchos compromisos o planes en común que tengamos, nunca poseemos a los demás, “no son una propiedad privada”. Los celos son el miedo a perder algo, pero ¿cómo se puede tener miedo a perder algo que no se tiene?.
Al comienzo de una relación, los celos pueden ser una manifestación más de amor intenso y se acepta socialmente en cierta dosis como algo tolerable o normal. Pero, a la larga, pueden destruir el vínculo.
El celoso comienza a desconfiar de su pareja y se va distanciando hasta que no hay comunicación ni diálogo. A veces, los celos son tan exagerados que llegan a extremos en los que se confunden con el miedo o la intolerancia, y producen casos como el de esposas o esposos que prohiben a sus cónyuges salir, hablar con los demás, arreglarse y, aún así, siguen pensando que su pareja les ha sido infiel. Sólo la ayuda psicológica del celoso, o la ruptura pueden ayudar a salir de estas situaciones.
Si es tu caso…
Si eres celoso y quieres superar el problema, los psicólogos proponen descubrir en qué momentos y situaciones te comportas como una persona celosa y qué es lo que haces, piensas y sientes.
También, te conviene hablar con tu pareja, para decirle lo que sientes, que no estás actuando con madurez e intentas cambiar, y para pedirle que te ayude a ver claramente lo que sucede. Quizá los celos se relacionen con el comportamiento de tu pareja y tengan una base real, pero lo más probable es que sean el producto de tu imaginación.
“Si su pareja está con usted es porque le quiere: no tiene que compararse ni competir con nadie”, señala García Agustín. Que los celos destruyen y separan, es algo que hay que tener claro para establecer una comunicación con respeto y confianza. “Dedique sus energías a fortalecer su pareja, no a destruirla”.
Los celos se basan en una dependencia desproporcionada hacia los seres queridos. Para evitarla en la pareja, hay que seguir relacionándose con los demás, repartir el interés entre las distintas personas que se conocen y actividades que se realizan y abrirse a las posibilidades que va ofreciendo la vida.
“Es importante ponerse en manos de un profesional antes de que el problema vaya a más, ya que los celos suelen crecer si se los continúa alimentando. Si no se aprende a tener un control emocional que permita reemplazarlos por otros sentimientos más convenientes y cambiar creencias, actitudes, normas y comportamientos, pueden traer muchos problemas” advierte García Agustín.
¡Alerta!
Si los celos vienen acompañados de comportamientos violentos o de posesión, hay que acudir con un urgencia a un profesional que nos enseñe a controlarlos. La víctima de los celos no deben consentir los chantajes emocionales, ni ceder a peticiones que restrinjan su libertad, ni permitir conductas violentas o agresivas. Aunque el celoso diga que va a cambiar, es mejor que lo haga con la ayuda de un profesional adecuado.