Alguna vez te has preguntado… ¿Cómo le hicieron ciertos cantantes para ser tan famosos? Bueno hay quién dice que le “vendieron su alma al diablo” y no necesariamente en sentido figurado.
Artistas de la talla de Katy Perry, Madonna, Eminem, Lady Gaga, Snoop Dogg y el mismo Bob Dylan han declarado y hasta mencionado en muchas de sus canciones el pacto que tuvieron que hacer para conseguir y conservar su fama, de acuerdo a este video.
Para los creyentes, dicho pacto consiste en entregar su alma a Satanás a cambio de fama, fortuna y éxito. Pero no es tan sencillo como aquí se describe, de acuerdo a varios de estos cantantes, también tienen que continuar ofreciendo culto a este personaje para que su fama no termine o simplemente porque están condenados a servirle durante el resto de sus vidas. Es decir, no tienen otra alternativa.
Pero, ¿de dónde sacamos semejante idea? Bueno… analicemos:
Katy Perry supuestamente declaró en una entrevista que debido a su falta de talento y sus ganas de volverse famosa tuvo que vender su alma. Y ahora se encuentra en los primeros lugares de popularidad en la industria musical. Asimismo Eminem, quién en su canción “Say Goodbye Hollywood” alude también a dicha referencia sobre su espíritu y revela que está consciente de que jamás lo recuperará:
“…If I could go back, I never woulda rapped
I sold my soul to the devil, I’ll never get it back
I just wanna leave this game with level head intact.”
Ademas, en las canciones “My Darling” y “Careful What You Wish For” de su disco Relapse (versión Premium) asemeja una conversación con Satanás dónde narra como es que sucedió dicho acuerdo y las tareas que Slim Shady tiene que hacer ahora.
Entre los artistas latinoamericanos se encuentran el propio Beto Cuevas y Amaral, artistas que en la canción “Te necesito” incitan a que, para hacer que regrese la persona que amas, le vendas tu alma al diablo. Aquí también quedaría demostrado que el enemigo principal de Dios les cumple todos sus deseos a cambio de algo que alo mejor no tiene valor alguno… a lo mejor.
Ustedes queridos lectores, tienen la última palabra.
To be continued…
