Ciento veinte pinturas del artista Pop Peter Max, incluyendo sus retratos de Rembrandt, Da Vinci, Van Gogh y Picasso serán exhibidos en Los Angeles, en una muestra que rompe 12 años de ausencia en esta ciudad de uno de los pintores americanos más sui generis del siglo XX.
La exhibición se inaugurará el sábado 27 de marzo en la sede de Road Show Gallery, ubicada en el 430 North Rodeo Drive de Beverly Hills, con la presencia del artista quien se encontrará con el público que visite la exhibición el sábado y domingo, al igual que firmará las pinturas que sean adquiridas en la exhibición. Conocido por su interpretación psicodélica y multidimensional de figuras públicas, lugares históricos, posters y dibujos con colores estridentes, Meter Max es un artista adorado por colecciones de iconografía, psicodelia y Americana. Sus piezas han sido exhibidas en museos alrededor del mundo, desde el imponente Hermitage Museum en St Petersburg, el Staatliche Kunsthalle Museum de Berlin hasta los salones de El Paso Museum of Fine Art, el Tennessee State Museum y De Young Museum en San Francisco. Su arte público y sus ilustraciones han acompañado a varias generaciones, en superficies tan diversas como un Boeing 777 Continental jumbo jet, el escenario del aniversario de Woodstock, o los murales de las Olimpíadas de Invierno en Salt Lake City.
Peter Max también ha tomado a las figuras presidenciales para convertirlos en piezas de arte, muy a su manera. Muchas de las imágenes que recuerdes pueden llevar la firma de este pintor, cuyo trabajo ha sido difundido en postres, libros, mensajes de amor y paz, o decoración de sitios públicos. Seis presidentes han confiado en sus manos: el arte de la inauguración de Bill Clinton, sus pinturas con técnica impresionista “Flag With Heart” están en exhibición permanente en las sedes de las bibliotecas presidenciales de Carter, Reagan y Bush, así como sus pinturas de la estatua de la Libertad desde el Bicentenrio de EE.UU. en 1976, que se convirtieron en una nueva tradición americana. Su arte está inmortalizado en estampillas, murales en aeropuertos y sobre todo en la celebración del espíritu Americano, que Max ha retratado como artista popular.