La feria angelina, que acoge el Convention Center, se ha sofisticado en su afán de competir con las grandes ferias a nivel internacional
“Hace unos años, no muchos, cuando un amigo mencionaba Nueva York decía que le venía a la mente ir a un museo y después a ver una obra de Broadway. Y que con Los Angeles la asociación era con ir a la playa y disfrutar con amigos, un plan más superficial. Eso está cambiando”.
Son palabras de Kim Martindale, el manager general del LA Art Show, la feria de arte que echó ayer a andar en la inmensa urbe californiana y que sueña, aún desde una cierta distancia, con competir con las grandes ferias del circuito a nivel mundial.
Lo dice desde la perspectiva de una ciudad cambiante con cada vez más apetito por las artes más allá del cine y la música, las industrias de las que se ha nutrido durante décadas. “Aún no hay un coleccionismo rampante, pero nos estamos acercando a las grandes ligas”, apunta Martindale, con Arco (Madrid), Zona Maco (México) y Art Basel (Basilea) en mente, entre otras.
Las armas esgrimidas son los 70.000 visitantes que esperan este año y las más de 100 galerías de arte de 18 países diferentes, además de la presencia de los principales museos de la ciudad, desde el Getty, hasta el Broad y pasando por el LACMA y el MOCA, todas ellas instituciones consagradas.
Serán en total 4.600 metros cuadrados destinados a arte y ‘performances’ que hace tan solo dos años no eran parte del panorama, con fuerte presencia de artistas de América Latina. Mucha culpa de eso la tiene Marisa Caichiolo, una curadora argentina que lleva cuatro años vinculada con una intención que ha terminado por cristalizar este año.
“Han sido cambios paulatinos pero este año han explotado y el enfoque ya es de feria seria y lista para empezar a competir con los grandes gigantes a nivel internacional”, explica Caichiolo. “En realidad, las ferias son el reflejo de lo que es la ciudad y esta tiene parámetros muy diferentes al resto de ciudades”.
Caichiolo ve una diversidad increíble y un inmenso potencial que se está abriendo a nuevas perspectivas en Los Angeles. “Aquí el núcleo es el cine y ahora con el crecimiento de población, estamos moviéndonos en otros campos dentro del arte. Lleva tiempo pero está sucediendo”.
En cuanto a la obra en sí, hay una importante lista de nombres presentes como Joan Miró, Wassily Kandinsky, Rufino Tamayo o Marc Chagall, mezclados con propuestas rompedores desde varias partes del mundo.
Hacen falta horas para poder verlo todo. Tendrán hasta el próximo domingo para contemplarlo en el Convention Center de Los Angeles, West Hall.
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