Es de Disney, es una caricatura, tiene muchos perritos, es perfecta para los niños y tiene a uno de los personajes más “fashion” de la familia Disney: Cruella De Vil. Eso es todo lo que necesitan saber para ir a comprarla de inmediato, pero como pilón les agrego que los extras son excelentes y abundantes y que esta versión es infinitamente mejor que la protagonizada por Glen Close, y a pesar de haber sido lanzada en 1961, puede ser un estandarte perfecto para aquellos que son miembros de PETA y organizaciones similares en contra de la crueldad contra los animales.