Elsa y Fred

By Jose Alberto HermosilloJuly 14, 2008Movie Reviews

Elsa y FredConmovedora, evocativa y nostálgica historia de amor de la tercera edad, que nos recuerda en buena hora que nunca es tarde para enamorarse y hacer nuestros sueños realidad.  “Elsa y Fred” es una bella película argentina coproducida con España, filmada en Madrid y Roma, donde Elsa es interpretada por la estupenda actriz argentina China Zorrilla (“Darse cuenta”, “Conversaciones con mamá”) y Fred-Alfredo Cabeza de Vaca es interpretado por el octogenario actor español Manuel Alexandre (“La muerte de un ciclista”, “Calle Mayor”, “La vida por delante”). Ellos se enamoran justo en el ocaso de sus vidas, luchan contra sus convicciones, sus familias y el mundo para defender su amor y sus sueños. 

La historia
Por una parte, Elsa es argentina radicada en España, tiene dos hijos casados con problemas y mundos distintos.  Por la otra, Alfredo es un madrileño muy organizado, callado, pensativo e hipocondríaco que tiene una hija llamada Cuca: interpretada por la estupenda actriz de carácter Blanca Portillo (“El perro del hortelano”, “Entre piernas”, “Solo mía”, El color de las nueves” y “7 vidas”), también casada, absorbente, posesiva, con intereses propios, pesada y como dijesen en España: “es la ostia”.
Fred llega al edificio donde vive Elsa y se convierten automáticamente en vecinos de piso.  La astucia y las mentirillas de Elsa poco a poco la van a ayudar a meterse en la vida de Fred, hasta lograr que él se enamore de ella. Ya en el mejor restaurante de Madrid, brindan por la vida que es una maravilla y se enfrentan al problema de pagar la estratosférica cuenta, que por demás decir es un robo. Pero… Elsa va a obligar a Fred a que se salgan del restaurante sin pagarla, no porque Fred no tenga dinero, sino para emocionarlo, que se le suba la bilirrubina y le ocasione taquicardia al pobre viejecito, al fin y al cabo… eso es la vida, aventuras y retos que se ponen en el camino para fortalecer el amor que sienten el uno por el otro.
En un café-galería de arte, Elsa presenta a Fred como su novio, y su hijo mayor le dice: “Mamá ¿cómo se te ocurre hacerme esto a estas alturas de tu vida?”, algo que al final al hijo no le debe de incumbir porque es la vida de la madre.  Elsa, al tratar de interpretar a Fred, el arte abstracto del hijo menor, le dirá: “El arte si te llega, te llega… y si no te llega, no te llega… así como el amor verdadero, de que te llega… te llega, sin importar dónde, ni cuándo”.

El problema
Elsa es una mitómana, pero una mitómana linda que no hace daño con sus “mentiras piadosas”. Eso se va a explicar con la presencia del verdadero marido de Elsa, Federico Luppi (“Cronos”, “El espinazo del diablo”), quien llega a romperle los sueños a Fred. Pero Fred no se doblegará ante esto. Al contrario, acrecentará aún más su amor por Elsa, quien le ha ayudado a vivir y no a vegetar.
Fred admira los retratos de esa mujer quien alguna vez en Argentina fue la más bella de todo Buenos Aires, una rubia espectacular a la que todos volteaban a ver, tan espectacular como la italiana Anita Ekberg.  Una vez que Fred logra ver con su mejor amigo y doctor “La dolce vita” podrá interpretar el verdadero sueño de Elsa, y ésto lo va a catapultar a emprender el tan anhelado viaje a Roma, donde con una paciencia divina, intentarán recrear la famosa escena de la “La fontana de Trevi” de la película favorita de Elsa.  Ahí se dirán que el gato que trae Fred no es un gato “piccolo e bianco” (pequeño y blanco) como el de la película, pero ellos tampoco son ni Anita ni Marcello. Para  uno, recrear el mejor momento de una película es recordar y recordar es vivir…

A la italiana
El director argentino Marcos Carnevale (“Almejas y mejillones”, “El día que me amen” y “Tocar el cielo”) con “Elsa y Fred” hace un gran trabajo al romper las barreras de las nacionalidades, edades y prejuicios sociales. La influencia que sobre él tiene el cine italiano se deja sentir, no sólo al nombrar Alfredo (Fred) a su personaje principal, evocando así al proyeccionista mágico de “Cinema Paradiso”, sino al recrear el maravilloso momento donde la elegante y sensual Anita Ekberg llevando sostenido a un gato invita a Marcello Mastroianni a meterse en la afamada “Fuente de Trevi” en “La dolce vita”, obra del gran maestro Federico Fellini.
Carnavale logra que sus actores sientan y vivan lo que están diciendo en cada una de sus líneas, acciones, gestos y ademanes.  Elsa y Fred es una película hermosa, bien escrita, bien actuada y bien dirigida que vale la pena ir a verla al cine con la persona que más quieras en el mundo, ella (o él) te lo agradecerá.