Almodóvar vuelve a experimentar con la comedia

By José F. Sánchez. Los AngelesJuly 3, 2013Cine, Movie Reviews
I’m So Excited
By José F. Sánchez. Los Angeles | July 3, 2013

I’m So Excited

 

Pedro Almodóvar siempre da de qué hablar. El director español se da otra probadita con el cine de comedia con el debut en cartelera de I’m So Excited, título que lleva el tema musical central, un éxito de los ochenta del grupo The Pointer Sisters.

En español se llamó “Los amantes pasajeros”. Lo más nuevo de Almodóvar, una trama disparatada y cargada de absurdos con el interior de un avión como escenario. Todo tiene una esencia de la década de los ochenta. La música, los colores, los personajes y hasta el cartel publicitario, muy al estilo de “Mujeres al borde de un ataque de nervios”.
El atractivo son los nombres. Antonio Banderas, Penélope Cruz y Paz Vega. El vuelo sobre el que se desarrolla la trama se dirige a la ciudad de México, un pretexto para que aparezca en el elenco el reconocido actor mexicano José María Yazpik, de larga trayectoria ante las cámaras.

Se trata de un carnaval de situaciones. Una avería mecánica pone a pasajeros y tripulación en peligro de muerte a miles de metros en el aire. Ante el negro panorama que les espera, los desesperados personajes pasan del terror paranoico a la calma chicha antes de la tormenta, descubriendo cada uno de ellos sus más íntimos secretos y deseos. Total, están a punto de morir.

Punto y aparte merecen el trío de azafatos. Tres divertidos varones muy salidos del clóset que no les queda de otra más que gozar de la supuestamente poca vida que les queda. Pero ni a quién irle de tan desparpajados elementos que van a borde del avión. Sensualidad y sexualidad de locura, un escape a lo que muchos llevan dentro y que esconden para no hacerle daño a la moral.

La crítica no ha sido muy complaciente con este trabajo del gran Pedro, tachándola en la mayoría de los casos de absurda, de demasiado ligera y de poco seso, pero a los seguidores del nacido en Ciudad Real les importa poco, ya acostumbrados a las sorpresas del gran director, quien tiene su propio séquito que lo sigue incondicionalmente.