No era Propofol, era Percocet

By Pablo Scarpellini.Los AngelesApril 22, 2016AB's Top Music News, Music
By Pablo Scarpellini.Los Angeles | April 22, 2016

Como Michael Jackson en 2009, Prince podría haber sido víctima de una sobredosis de un calmante altamente adictivo

La muerte de Prince promete ser un asunto complicado y largo de resolver. Aunque a priori parece un escenario mucho menos escabroso que lo sucedido con Michael Jackson en junio de 2009, el adiós del mito de Minnesota no ha sido en absoluto convencional, rodeado de misterio y sin que todavía muchos le encuentren una explicación a esa gripe que presuntamente acabó con su vida.

Un día después de la conmoción inicial se habla de una sobredosis de Percocet, un calmante del que pudo haber abusado, de acuerdo a fuentes citadas por TMZ, y que llevaron a su equipo de gente a hacer un aterrizaje de emergencia de su avión privado en un pueblo de Illinois.

La fuente citada por TMZ en este caso dice que los problemas de salud que arrastraba el cantante de Illinois, esa ya célebre gripe, se sumaron a sus dolores en las caderas, después de una operación a la que se sometió en 2010. En ese capítulo también existe cierta polémica y contradicción, puesto que se publicó que Prince necesitaba la intervención para poder seguir actuando, pero que se negó a hacerlo años antes por motivos de religión.

Convertido a las creencias y prácticas de los testigos de Jehová desde hacía años, Prince alegó no poder pasar por el quirófano por tener prohibido las transfusiones de sangre, por lo que pospuso el procedimiento. Después, comenzó a aparecer con un bastón en algunos de sus conciertos, lo que aumentó el nivel de especulación sobre el desgaste de sus caderas tras años de actuar con tacones sobre los escenarios de medio mundo.

Ahora, con su muerte a los 57 años, el tema de sus desgastados huesos ha vuelto a la palestra, tratando de encontrar una explicación lógica a a su muerte temprana. Si se prueba esa conexión, tendrá un indudable paralelismo con el rey del pop, con el que siempre mantuvo una relación cordial pero distante.

El caso de Jackson fue mucho más extremo puesto que era adicto a los medicamentos de prescripción, enganchado durante años y víctima de una sobredosis de Propofol, un anestésico casi imposible de conseguir fuera de un hospital. Tirando de influencias, su médico personal, Conrad Murray, se hizo con él y fue lo que acabó con su vida y con él entre rejas.

El de Prince es Percocet, que contiene una mezcla de acetaminofén y oxicodona, haciéndolo altamente adictivo, de acuerdo a TMZ. El exceso en la dosis provocó la emergencia hace una semana, siendo trasladado a un hospital y recibiendo una inyección para combatir los efectos del medicamento.

Al parecer, el intérprete de “Purple Rain” solo se quedó en ese centro médico durante tres horas pese a que lo recomendable por los médicos era que permaneciera al menos un día. Prince quiso salir de ahí y volver a su casa de inmediato por no poder tener una habitación privada.

Una semana más tarde, su pequeña figura fue encontrada en un ascensor de su complejo residencial en Paisley Park, en la localidad de Chanhassen, Minnesota, aún a la espera de la autopsia para saber qué tenía en realidad el legendario músico afroamericano.

La autopsia llegará este viernes para esclarecer lo sucedido con el músico, mientras las autoridades locales tratan de hacerse con los registros de su paso por el hospital de Illinois. El misterio, de momento, persiste.