El festival Rock&Doc estrenó “ Paco de Lucía: la búsqueda ” en Los Angeles. Curro Sánchez, hijo del guitarrista flamenco y director del documental, vino desde España para presentarlo
El recorrido de Paco de Lucía lo tenemos todos más o menos claro en la memoria. De origen humilde, comenzó tocando la guitarra siendo un niño en su Algeciras natal para acabar convirtiéndose en referente universal de la guitarra flamenca.
Lo que se desconoce del artista es su carácter introvertido, lo que sentía, lo que pensaba, sus grandes influencias y aquello que hizo que muchos lo consideraran un genio.
Curro Sánchez, hijo del maestro y a la par director de cine, lo cuenta cómo nunca antes se ha hecho en el documental “Paco de Lucia: la búsqueda”, y lo hace dejando narrar a su padre la mayor parte de su propia historia, en un formato ameno, “orgánico y nada deliberado” que envuelve al espectador desde el primer momento.
“Todo comienza con un encargo de mi padre para hacer un mini-documental de su último disco y cuando lo termino me doy cuenta de que en los descartes que habíamos realizado había testimonios de mi padre brutales e ideas que transmitía increíbles”, explicó Curro Sánchez justo antes de la proyección de su cinta en el festival Rock&Doc en Los Angeles. “Eso fue lo que disparó querer hacer algo más grande”,
El resto es historia. El documental ha ganado múltiples reconocimientos en España, entre ellos un premio Goya al mejor documental, y ha sido visto y aplaudido en festivales de cine de todo el mundo. Algo que todavía hoy le cuesta trabajo asimilar a su autor. “Cuando empecé con el rodaje acababa de salir de la universidad y no sabía si iba a poder hacer algo tan grande. Me imagino que el perfeccionismo genético de mi padre me estaba jugando una mala pasada, hasta que se lo enseñé en persona”.
Paco de Lucía falleció el 26 de febrero de 2014 en México a causa de un infarto. No pudo ver el producto final, pero sí los primeros 40 minutos en su casa de Palma de Mallorca, España, cinco meses antes. “Mi padre era muy crítico y me inculcó que lo bueno se da por hecho y que solo hay que reseñar lo malo. Cuando vio el documental dijo cosas muy bonitas y esto fue fundamental para mí y el producto final”.
El documental, de una hora y media de duración, muestra también los mejores conciertos del artista, fotografías inéditas de su infancia y adolescencia y cuenta con testimonios de otros grandes de la música como Carlos Santana o Rubén Blades que añaden aún más grandeza a su figura.
El proyecto superó todas las expectativas y alcanzó tal magnitud que para Curro Sánchez retratar la vida de su padre fue además una forma de alargar el adiós definitivo. “Hasta que no terminé el documental yo no enterré a mi padre. Para mi la despedida llegó cuando la película se estrenó en el cine y ya no la podía tocar más.”
A partir de ahí Curro Sánchez pudo pasar página, habiendo demostrado al mundo entero, una vez más, por qué su padre es y siempre será un mito de la guitarra flamenca.
