Era una tarde decembrina de esas bien frias en esta imprevisible ciudad de la furia, me encontraba recorriendo los pasillos del campus de la inmensa universidad, cuando de repente una inesperada pero decidida niebla se vio llegar cubriendo la superficie terrestre del lugar. A lo lejos eran vanas las siluetas que traspasaban la espesa pero tenue nubosidad, parecieran como queriéndola derrumbar sin que esta sufriera daño alguno al traspasarla. Para ese entonces mi mente ya era víctima de las preocupaciones del presente semestre escolar, el cual estaba a punto de terminar. Un ejército de exámenes finales y un sinnúmero de proyectos por culminar eran el pretexto perfecto para ponerme a fumar. Vaya contradicción para alguien que tenia la intención de dejar el vicio que años atrás me venía siguiendo.
Me sentía culpable pero al mismo tiempo aliviado, como si al parecer la nicotina hubiese anestesiado de un balazo el estrés de un muchacho universitario. El humo del cigarrillo se anexaba a la niebla de tal forma natural que la gente no notaba la diferencia al pasar, tal vez porque tenían en la cabeza las mismas preocupaciones que un servidor llevaba en el pensar. Me gustaría pensar que el fumar no me haría ningún mal y que cada vez que lo hiciera no tuviera que pensar en las consecuencias de esta inevitable acción. La realidad es otra y desafortunadamente en el universo de la Física existe el principio de la causalidad, es decir, que toda causa tiene su efecto y aunque no lo queramos hay acciones que tarde o temprano se tienen que afrontar.
El fruto de nuestras acciones
Nada más para que nos caiga el veinte, de acuerdo con el Centro de Control y Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés) el uso de cigarrillos en los Estados Unidos es la causa número uno de muertes que podrían prevenirse. El fumar también es sin duda el principal causante de cáncer de pulmón, enfermedades del aparato respiratorio como enfisema pulmonar y otras tantas enfermedades del aparato digestivo como gastritis o acidez estomacal, enfermedades en la piel, y por si fuera poco te puede causar problemas de impotencia sexual (en el caso de los hombres). Como puedes ver fumar cigarrillos puede conllevar serios riesgos; así que si para pasar la clase que tienes que aprobar para librar el semestre y poderte graduarte, implica fumarte un cigarrillo para calmar tu estrés ¡hazlo!, nada más después no digas que no te lo advertí, el fumar daña la salud y si por gusto o urgencia te quieres dañar solamente recuerda que hay otras formas de calmarte y seguirle dando a tu carrera de estudiante. Puedes buscar algún centro de ayuda que te pueda brindar asesoramiento profesional e información de programas para dejar de fumar como una terapia de reemplazo de nicotina (NRT por sus siglas en inglés) y por medio del uso de parches de nicotina tambin puedes lograr reducir tu adicción gradualmente. Y por mientras puedes checarte el siguiente website www.cancer.org, el cual te brindará información que te será de gran utilidad. Así es queridos lectores, no cabe duda de que no hay más dueño de sus vidas que nosotros mismos, por ello hay que ponerle conciencia y sin más choro por agregar ¡suerte en dejar los vicios!
