Jonás Cuarón es el director de “Desierto”, una cinta ahora en DVD que toca un tema, el de la inmigración, especialmente espinoso con el nuevo mandatario
La idea del filme tiene más de una década y la cinta ya un año y medio de estrenada, pero no por eso “Desierto” ha perdido vigencia. Aunque es un filme de género, el asunto que esconde detrás siguen siendo de rabiosa actualidad, los cruces por la frontera y los muertos que se quedan por el camino.
Por eso Jonás Cuarón, su director e hijo del ‘oscarizado’ Alfonso Cuarón, considera necesario seguir hablando del tema con la llegada de un discurso como el de Donald Trump. Para Cuarón, lo más precupante no es lo que pueda pasar sino la atmósfera que se está creando. “Se ha legitimizado el odio a los mexicanos con Trump, y las acciones que está tomando son muy alarmantes”, asegura en una charla telefónica.
“Desierto”, que comenzó su larga andadura en Toronto y que ha pasado por multitud de festivales como el de Londres, Los Angeles y Sitges, cuenta la historia de un grupo de inmigrantes que se encuentra con un justiciero en el desierto de Estados Unidos que va acabando a tiros con cada uno de ellos.
Protagonizada por Gael García Bernal, se trata de una cinta de terror pero con el trasfondo político y social de un asunto candente.
Cuarón, que escribió junto a su padre el guión de “Gravity”, dice que la idea no era fomentar más odio a ambos lados de la frontera sino “que el público entendiera el terror que pasa el migrante y se solidarice con él, que sepan que no son monstruos sino seres humanos que cruzan por causas nobles”.
El director mexicano de 35 años va más allá e ironiza con los motivos por los que se producen tantos cruces cada año. “Creo que a la gente se le olvida que la mayoría no quiere emigrar por gusto, porque la comida gringa sea muy rica o el clima sea mejor, sino por necesidad y eso es lo que es trágico”.
En cuanto al ya célebre muro que Trump pretende construir a lo largo de la frontera con México, Cuarón lo ve como “un tiradero de dinero porque el desierto en sí ya es un muro horrible. Lo que genera Trump es división y la belleza del mundo es justo lo opuesto, el estar unidos”.
