Las 9 nominaciones de “El gran hotel Budapest” han sido la gran sorpresa en unos Oscar que parecían reservados para una batalla directa entre “Birdman” y “Boyhood”
“Birdman”, de Alejandro González Iñárritu: 9 nominaciones. “El gran hotel Budapest”, de Wes Anderson: otras 9. Y “Boyhood”, esos 12 años de cine de manos de Richard Linklater: 6. Esa es, a primera vista, la realidad matemática más sobresaliente que marcará la ceremonia de los Oscar del próximo 22 de febrero. Claro que el trasfondo y las implicaciones suelen ir mucho más allá de los números, parte del encanto de seguir el transcurso de los premios más importantes de la industria del cine.
Ahora la cuestión a dilucidar es si el gran y sorprendente respaldo a la cinta a Anderson, brillante y melancólica como pocas este año, logrará convertir ese estruendo en realidad o si se diluirá frente a “Birdman”, una cinta que en principio parece más afín a los gustos de la Academia de Hollywood por tratarse de una historia sobre su propia materia, sobre un actor en proceso de decadencia que trata de salvar su carrera.
Eso y el hecho de estar rodada del tirón, en un solo plano secuencia, la dotan del especial encanto que requieren las cintas para que la Academia las encumbre. No basta con que el cine sea excelso y profundo. Y a veces, ni siquiera es un requerimiento imprescindible.
Con esos mismos componentes parte de inicio la que todos los analistas daban como favorita antes de escuchar las nominaciones, “Boyhood”. El atípico y generoso planteamiento de Linklater se rodó durante 12 años, una extrañeza que puede calar hondo al final de la gala. Y si no logra imponerse en el premio más preciado, le podría quedar el consuelo de alzarse con la estatuilla a mejor director o con la de mejor actriz secundaria para Patricia Arquette, con cierto favoritismo frente a Emma Stone, Laura Dern, Keira Knightley y la omnipresente Meryl Streep. Con esta ya son 19 nominaciones. Demoledor.
En un segundo plano aparecen las películas de corte biográfico como “La teoría del todo” y The Imitation Game”, con cinco y ocho nominaciones respectivamente, con pocas opciones más allá de los actores que tienen colocados en las categorías de mejores intérpretes.
En ese apartado, un nombre brilla con luz propia, el de Juliane Moore, la gran favorita a llevarse el Oscar a mejor actriz a sus 54 años. El apartado masculino está menos claro, con Michael Keaton (“Birdman”) con cierta ventaja sobre Eddie Redmayne (“La teoría del todo”) y Benedict Cumberbatch, nominado por su papel en “The Imitation Game”.
Además del consabido análisis de las tres favoritas en la parrilla de salida y de los premios individuales, destacar lo “blanco” de la ceremonia. Es decir, que aparte de González Iñárritu, apenas habrá diversidad en la próxima edición de los Oscar. Es algo que se ha comentado y mucho en las esferas sociales afroamericanas, por aquello del castigo a una cinta de denuncia como “Selma” y al trabajo de David Oyelowo como actor protagonista. En los Globos de Oro obtuvo recompensa pero en los Oscar ni él ni su directora, Ava DuVernay, han conseguido colarse entre los finalistas.
También se ha hablado mucho en Hollywood de la ausencia de una de las películas más brilllantes de la temporada, “La Lego Película”, que ya fue derrotada por “Cómo entrenar a tu dragón 2” en la ceremonia de los Globos de Oro del domingo pasado y que ni siquiera ha logrado una nominación. Su lugar lo ha ocupado una cinta relativamente desconocida, “Song of the Sea”, a un abismo de distancia de los 468 millones de dólares que recaudó “La Lego película” en todo el mundo. Solo ese factor suele ser motivo suficiente para que los miembros de la Academia de Hollywood la consideren para una nominación, aunque esta vez no ha sido así.
Tampoco ha sido del agrado de algunos críticos el hecho de que la “Interstellar” de Chris Nolan haya quedado relegada a los premios técnicos. En total han sido 5 las nominaciones, sin que aparezca en ninguna de las categorías de peso. El reclamo ha sido especialmente intenso por no haber incluido a Nolan como mejor director.
La sorpresa gratificante para el mundo de habla hispana ha sido la inclusión de la coproducción hispano-argentina “Relatos salvajes” entre las cinco candidatas al Oscar a mejor película extranjera. El problema es que sus opciones parecen nulas frente al favoritismo de dos soberbios ejercicios cinematográficos como la rusa Leviatán, de Andrei Zvyaginstev, y la polaca “Ida”, sobre una monja que descubre sus orígenes judíos. A ver si hay suerte y se produce una sorpresa salvaje.
