Dos gigantes para sacudir la industria

By Pablo Scarpellini. Los AngelesFebruary 2, 2016Cine, Cine y TV News
By Pablo Scarpellini. Los Angeles | February 2, 2016

El paso de Netflix y Amazon ha disparado el precio por la compra de títulos independientes, una situación preocupante para los estudios de Hollywood

El año pasado, Sundance fue un lugar relativamente tranquilo. No hubo ningún titular de campanillas. Pero en esta edición dos gigantes han irrumpido con fuerza y nada parece que vaya a volver a ser lo mismo a partir de ahora. Ese punto de inflexión se llama Netflix y Amazon, los dos principales contendientes en el mercado del contenido por streaming, del servicio a la carta.

Entre ambos se han quedado con una docena de títulos, cuando hace 12 meses se retiraron con uno solo, un documental que adquirió Netflix, “Hot Girls Wanted”. Amazon no compró absolutamente nada.

En esta ocasión, la compañía fundada por Jeff Bezos, metida de lleno desde hace algunas temporadas en el mundo de la televisión, se ha hecho con seis títulos, entre ellos una de las sensaciones del festival, “Manchester by the Sea”, de Kenneth Lonergan, por un total de 10 millones de dólares.

En cualquier otra edición del festival, esa cifra hubiera constituido una nueva marca por un contrato de distribución, aunque esta vez, la intervención de esas dos fuerzas ha dejado temblando a los estudios y relegados a un segundo plano. Ambas plataformas —especialmente Netflix, con presencia en casi todo el mundo- disponen de mucho capital, lo que provocó que “Birth of a Nation”, la ganadora del gran premio del jurado y de la audiencia, batiera un récord.

Fox Searchlight, forzado por una marea de pujas, terminó pagando 17,5 millones de dólares por la película de Nate Parker sobre la era de la esclavitud en Virginia, muy por encima de los 2 y 3 millones que suele costar hacerse con los derechos de una cinta independiente en Sundance.

La irrupción de esos dos colosos no solo es una mala noticia para los estudios, que a partir de ahora deberán disponer de mucho más capital para competir en esta clase de festivales, sino para las cadenas de cines, puesto que muchas de esas películas —las 6 de Netflix, por lo menos— se irán directamente al servicio de la compañía con sede en Los Gatos, California, sin pasar por la gran pantalla en absoluto. Amazon, por el contrario, pretende ofrecer sus nuevos títulos en versión streaming, pero sin estar cerrado a negociar su paso por los cines de forma simultánea.

Aún no es tendencia confirmada, pero el cambio en el panorama parece evidente, abriendo un mundo de posibilidades a títulos de menor peso y presupuesto y cuestionando el dominio de la industria de los viejos dinosaurios, de los vetustos estudios de Hollywood.