La cinta de Nate Parker se hace con los dos grandes galardones de la gala, el premio del jurado y el del público
Será difícil arrancar de su memoria el paso por el festival de cine de Sundance. La película de Nate Parker, “Birth of a Nation”, aterrizó con el cartel de favorita y terminó llevándoselo todo, el Gran Premio del Jurado como mejor película y el favor del público con el Audience Award, unos días después de que batiera un récord al ser vendida por 17,5 millones de dólares para su distribución.
Ese gran éxito hacía prever el desenlace de la ceremonia de entrega de premios, que terminó con un exultante Parker sobre el escenario dando las gracias. “Hacer películas es algo muy, muy complicado y a veces te deja pensando por qué lo estás haciendo”, indicó el hombre obsesionado con el proyecto al que algunos ya le ven posibilidades de éxito en los Oscar del año que viene.
Parker ha explicado estos días en Park City, Utah, que se pasó más de siete años trabajando en el guión y en el proyecto, con la promesa de no volver a actuar hasta que no lograra que su cinta viera la luz. El mismo se puso manos a la obra para convencer a los inversores de que le prestaran los 10 millones de dólares necesarios para llevarla a cabo, con un resultado excepcional sobre la gran pantalla.
El día de su estreno en Sundance, el público terminó ovacionando el filme puesto en pie, emocionados con la historia de Nat Turner, un esclavo que aprendió las enseñanzas bíblibas para convertirse en predicador y ayudar a otros esclavos. Turner terminó liderando una sangrienta revuelta en 1831 en Virginia que ayudó a cambiar la situación de los afroamericanos en esa época.
Parker cree además que su película llega en un momento óptimo por la controversia despertada alrededor de los Oscar y la nominación de 20 actores y de raza blanca. “Puedes ver esta película y ver que había sistemas en marcha que eran corruptos y que corrompían a la gente. Y el legado aún vive”, indicó Parker.
Será difícil que su obra, ahora en manos de Fox Searchlight para su distribución, no haga ruido una vez que llegue a las salas de cine de todo el país y que los Oscar lo ignoren. Un tercer año en blanco sería difícil de soportar para la Academia de Hollywood.
